viernes, 10 de enero de 2014

VAYA DÍA

Voy a pensar que ya hay gente pensando. Voy a presuponer que coincidimos en la

necesidad de terminar con el sufrimiento, venga de donde venga, que si se decanta por

algo es por la singularidad. Voy a imaginar que en la actividad política no todo vale,

sobretodo cuando está en juego la dignidad de las personas y los pueblos. Claro que

entonces debo vivir en el país de las maravillas, por dar por supuesto lo que no debo.

El encaje de la maniobra del gobierno español, su brazo nada amable de seguridad

ciudadana, protección policial le llaman también, es un despropósito y una fantasmada.

No sé si conseguirán más votos en la España negra y recalcitrante, esa que tiene en ETA

la excusa para existir. No sé si el PP, casa de la ideología y práctica vital más tóxica de

las conocidas, necesita esas puestas de largo para contentar a sus moradores. Sea por lo

que sea, nos tienen hasta el gorro.

Que sigan utilizando las lágrimas para manipular hasta lo indecible es indecente. No

atender el hartazgo del pueblo vasco que merece seguir adelante y visitar escenarios de

paz y progreso, convierte al gobierno español en gobierno non grato.

ETA renunció a la actividad armada. La izquierda abertzale ha entrado en el juego de

la política y la gestión vascongada, aquí desde mi memoria se me escapa la risa, el colectivo de presos y

presas han comunicado la aceptación de las reglas penitenciarias, la asunción de daño

causado. Podían ser más cosas, otras palabras diferentes, unas que debieran estar y no

están. Pues sí. Pero es un momento nuevo. El texto y la grafía difieren absolutamente de lo que hemos conocido y padecido anteriormente. Es innegable.

Por otro lado, el inmovilismo es patético porque paraliza, desanima, deslegitima y amputa miembros vitales. Pueden ser brazos o libertades. Y huele a podrido en este momento. La España centralista, españolista, la una grande, la antes roja que rota, brama con aliento negro. Es inmóvil y asesina.

Y ahora viene  lo más interesante. Cómo respondemos ante  tanta provocación. LA CALLE.....lugar de encuentro, de paso, de reunión, de ancestrales reivindicaciones. Una ciudad, la más grande. Bilbao se tiñe mañana  del silencio de una marcha convocada por diferentes. La llamada es para toda la ciudadanía. Derechos humanos. Acuerdo y Paz. Es sencillo. Nos juntaremos más gotas de lluvia de las esperadas. Porque el mar nos necesita y nos espera.
Ya era hora. GORA EUSKADI ASKATUTA

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