lunes, 11 de noviembre de 2013

EGUNON SAN MARTIN




Creo que es importante para lograr los objetivos que te marques en la vida esforzarte mucho en que se cumplan. Es verdad que en general, porque en las excepciones conozco a varios, que nadie te regala nada y que las musas o te pillan trabajando o ni existen. Vas andando por el camino  corto del tiempo que nos toca vivir y vas rodeándote de quienes mamaron como tú lo de la dedicación, el trabajo, la pasión y el corazón agarrados de todo lo demás, y lo más de lo más es que se lo transmites todo a tus hijos e hijas. Que los has tenido, porque también fue una elección, en mi caso desde luego directamente relacionada con una nube de hacer vida como práctica misteriosa y mágica de mi condición de mujer.

El tiempo me va colocando en escenarios diferentes. Ahora entiendo que no siempre quien más merece recibe y que no a todo cerdo le llega su San Martín. Los ladrones, en especial los de guante blanco, los políticos sinvergüenzas, los maltratadores, quienes atropellan las vidas dignas hasta convertirlas en indignas, los asesinos de vidas y sueños, son mis enemigos. Y llevo bastante rato sentada para ver pasar alguno de esos cadáveres, siempre en sentido no literal, creo, y nada.

Creo que muchas veces, demasiadas, todo acaba dependiendo de dónde te encuentres y no de lo que seas y hagas, cositas como  si estabas en el lugar inadecuado, si te decantaste por el rojo o el amarillo, si dijiste que no a un poderoso o te liaste con un amante nada apropiado.

A lo mejor los mandatos de ancestros y ancestras han quedado demodés en este tiempo y hay nuevos grupos  de mediocres y chupópteros que ocupan el espacio sideral y que serán quienes transmitan sus valores a los nuevos hijos e hijas, los pocos que se van teniendo.

Y yo a poner una vela. A San Martín, desde luego.


                                                         Izaskun Moyua Pinillos
                                                          11 de noviembre de 2013.

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