25 DE NOVIEMBRE

Hoy ha hecho mucho frío en Vitoria-Gasteiz. Han salido a pasear las bufandas, los gorros y las botas de nieve.Ya se ve que el otoño ha subido hasta la cima y no va a dejar tregua a nadie. Han salido también muchas personas a pesar de los paraguas y la tiritona. La cita era para mujeres y hombres. Les une el rechazo a la injusticia y a la violencia contra las mujeres. Y han gritado a la sociedad que no puede seguir inmóvil ante lo que ocurre. Mujeres de todas las edades, también las más jóvenes,  sufren violencia por parte de sus amantes, compañeros, jefes, familiares o desconocidos. No son todas pero son demasiadas. Miles de vidas alejadas de la dignidad necesaria para vivir. Eso sí es falta de suelo, incluso de techo ético, diría yo.

Pero en la mayoría de los foros de interés, de decisión o de poder se comparte un día, hoy, y luego el asunto se retira  en el baúl  de la amnesia.

 Y así no se avanza. Al menos no con la velocidad que logre reducir asesinatos y angustias que descubren mordazas.

Muchas mujeres en demasiados ámbitos son ciudadanas de segunda, así son miradas, así son tratadas.

Muchas mujeres, demasiadas, viven su vida pidiendo permiso para cada aire que respiran, para cada pensamiento que nace libre, para cada sentimiento que no amanece bajo control.

Hoy, 25 de noviembre, el cielo sigue llorando todas las lágrimas de una historia de ganadores y vencidas.

Hoy, las hermanas Miraval continúan sin encontrar respuesta al absurdo de sus asesinatos..........

Y a mí me cuesta mantener la esperanza en la especie humana, a pesar de que mañana, bajo el  frío y  la lluvia, levantaremos de nuevo la persiana de la lucha y resistiremos, 

y luego otras vendrán,

 y otros se sumarán.